Cirugía facial, rinoplastia y rinoseptoplastia

La rinoplastia y la rinoseptoplastia son dos de las intervenciones más frecuentes en el ámbito de la cirugía facial estética. En el contexto de la formación en medicina estética, comprender estas técnicas es clave para quienes desean especializarse en tratamientos quirúrgicos nasales. Este curso está diseñado para esteticistas, auxiliares de medicina estética y profesionales del área sanitaria que buscan capacitarse en el conocimiento técnico y asistencial de estas intervenciones.

¿Qué es la Rinoplastia?

La rinoplastia es una intervención quirúrgica estética destinada a modificar la forma, tamaño o proporción de la nariz para armonizarla con el rostro del paciente. Esta técnica puede enfocarse en:

• Reducir o aumentar el tamaño general de la nariz.
• Modificar la punta nasal.
• Cambiar la forma o tamaño de los orificios nasales.

Existen dos enfoques quirúrgicos principales:

Rinoplastia cerrada

El acceso se realiza a través de las fosas nasales, sin incisiones externas visibles, lo que permite una recuperación más discreta y sin cicatrices externas.

Rinoplastia abierta

Implica una pequeña incisión en la parte inferior de la nariz para acceder directamente a los huesos y cartílagos. Esta técnica se emplea cuando se necesita una mayor precisión en la remodelación.

¿Qué es la Rinoseptoplastia?

La rinoseptoplastia combina la corrección estética de la rinoplastia con una intervención funcional sobre el tabique nasal (septoplastia). Este procedimiento no solo mejora la apariencia de la nariz, sino que también optimiza la respiración del paciente. Puede incluir:

• Rectificación del tabique nasal desviado.
• Uso del cartílago septal como injerto para reforzar la estructura nasal.

Tras la intervención, los pacientes suelen sufrir dolor en el rostro durante varios días y pueden sufrir la aparición de hematomas alrededor de la zona nasal y ocular, siempre deben seguir la medicación pautada por su Dr., siendo habitual el uso de analgésicos durante la primera semana.

Pasados unos días, el doctor/doctora visitará al paciente para realizar la primera visita de seguimiento y retirar los tapones o la férula nasal. Realizará un control de toda la zona intervenida y citará al paciente para el siguiente control cuando estipule, normalmente 1 visita a la semana en los primeros quince días, espaciándolas después cada dos semanas, un mes, tres meses y así sucesivamente hasta concluir el año post intervención cuando, si todo ha ido bien, se dará de alta al paciente.

La cicatrización de esta intervención responde lentamente, por lo que no debemos precipitarnos con los resultados finales hasta pasados unos meses o incluso un año.

Formación especializada en rinoplastia

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